Geo-mudéjar segoviano

(extracto de A. Díez Herrero -2007- El empleo de las rocas y los minerales en la arquitectura románica de la provincia de Segovia. Enciclopedia del Románico en Castilla y León, Segovia)

La arquitectura de estilo románico y gótico hizo empleo de diferentes tipos de materiales de origen natural, como la madera para las cubiertas, las puertas, los encofrados y las cimbras; o distintos pigmentos para las pinturas murales. Sin embargo, entre estos recursos naturales, destaca el empleo de las rocas y minerales, tanto como material específicamente constructivo (sillería, sillarejo, mampostería, aglomerantes…), como ornamental (escultura, pintura…), o complementario (forja o vidrieras); y tanto como materiales en crudo, tan sólo tallados o labrados (piedra), como transformados cerámicos (ladrillo, teja…), derivados del yeso (alabastros y escayolas), cales o productos metalúrgicos (hierro, cobre y bronce).

Mapa de la distribución de los materiales constructivos empleados en la provincia de Segovia: 1, granitoides; 2, gneises; 3,  pizarras y cuarcitas; 4, areniscas; 5, calizas y dolomías; 6, calizas y margas; 7, arenas y arcillas; 8, arenas silíceas y arcillas; 9, conglomerados, arenas y arcillas; 10, margas y yesos; y 11, Segovia capital. (Díez y Martín-Duque, 2006).

En el caso particular de la arquitectura del denominado ‘estilo mudéjar’, hace uso fundamentalmente de dos materiales pétreos: las calizas de los páramos y las arcillas para los transformados cerámicos (ladrillos y tejas); de forma secundaria utilizaron los yesos para acabados y yeserías.

Rocas sedimentarias carbonáticas del Mioceno superior: calizas y margocalizas

Corresponden a las denominadas genéricamente “Calizas de los Páramos” (unidades inferior y superior de los páramos, y calizas de Montejo), que tienen un origen lacustre-palustre. Su edad es Mioceno Superior, entre 11 y 5 millones de años. Afloran preferentemente en el sector septentrional de la provincia, entre la tierra de Íscar y Maderuelo.

Mapa de la distribución de los afloramientos de las calizas y margas miocenas en la provincia de Segovia (zona beige), y la situación de los municipios (centroides del término municipal) que tienen edificios románicos elaborados con dichas rocas. Puede observarse la casi perfecta correlación espacial entre ambos, salvo en los municipios de la Tierra de Pinares (Cantalejo, Sauquillo de Cabezas, Melque de Cercos…),sin otra piedra próxima para construir, y  que en todo caso no distan más de 17 km del afloramiento más próximo.

Son rocas formadas mayoritariamente por calcita, que presentan colores blancos o blanco-grisáceos, distintas texturas con aspectos a veces nodulares o brechoides, y que afloran en bancos y capas que rara vez superan el metro de espesor. Están mayoritariamente formadas a partir de fangos calcáreos con restos de algas charáceas y fragmentos de gasterópodos (muchos reconocibles por sus moldes a simple vista), que han sido cementados por calcita esparítica, cuyos cristales, al tapizar poros, frecuentemente constituyen estructuras en forma de microgeodas. El hecho de que su porosidad sea básicamente intrapartícula y de hueco, optimiza las propiedades hídricas de la piedra. Ha sido muy estudiada la procedente de la localidad madrileña de Colmenar de Oreja, que sirvió para la construcción de importantes edificios dieciochescos de Madrid.

Con estas rocas están construidos numerosos edificios de la tierra de Cuéllar, como el palacio de Pedro I (o del rey Don Pedro) y las iglesias de San Andrés y San Pedro (Cuéllar), San Miguel (Sacramenia) y Fuentes de Cuéllar, entre otros. También se emplearon mucho combinadas con ladrillo en el sector occidental (tierras de Íscar y Arévalo), en las iglesias de Tolocirio, Montuenga, Montejo de Arévalo, San Nicolás y Santa María (ambas en Coca), Santiuste de San Juan Bautista, San Cristóbal de la Vega, etc.

Torre de la antigua iglesia de San Miguel de Cuéllar, formada en su integridad por ‘calizas de los páramos’.

Arcillas para los transformados cerámicos: ladrillos y tejas

En aquellos lugares sin disponibilidad próxima de afloramientos de roca de cantería (piedra), o simplemente en los que la tradición constructiva local conducía a otro tipo de materiales, se empleó con profusión el ladrillo macizo como elemento constructivo.

Estos materiales transformados cerámicos, empleados exclusivamente o en combinación con la piedra en los muros, ábsides, arquerías y sobre todo en las torres románicas, han dado lugar a todo una tipología de estilo al que se ha dado el controvertido nombre de mudéjar, cuya existencia es aún motivo de controversia entre los especialistas.

 Buena prueba de este condicionamiento litológico del material empleado por los alarifes mudéjares, es que en otros lugares donde sólo se dispone de roca de cantería (p.e. granito en Santiago de Compostela), elaboraron sus lacerías en este material (Pazo de Xelmírez), y no usaron los transformados cerámicos.

Lo cierto es que la arquitectura románica con empleo del ladrillo se extiende en la provincia de Segovia principalmente en el sector central y noroccidental, allí donde las amplias campiñas occidentales y la Tierra de Pinares no aportan otros materiales que arcillas, limos y arenas. Este es el caso de la ermita de la Virgen del Pinar (Cantalejo), y las iglesias de Samboal, Pinarejos, San Mamés (Campo de Cuéllar), Carbonero el Mayor, Nieva… entre otras muchas.

Las arcillas y arenas con las que se fabricaron los ladrillos y tejas de los edificios románicos proceden principalmente de varios conjuntos geológicos, pero en el centro y norte provincial sobre todo de las arcillas, arenas arcósicas y margas del “Terciario”. Corresponden al sustrato de buena parte de las campiñas y llanos que se extienden por el sector occidental (Valverde del Majano-Labajos-Coca) y en noreste provincial (Campo de San Pedro). Son depósitos detríticos de facies medias-distales de abanicos aluviales que abarcan desde el Paleógeno al Mioceno Superior (65-5 M.a.).

Mapa de la distribución de los afloramientos de las rocas arcillosas dentro de la provincia de Segovia (área parda), y la situación de los municipios (centroides del término municipal) que tienen edificios románicos elaborados con transformados cerámicos a partir de estas arcillas. Puede observarse la perfecta correlación espacial entre los afloramientos y los edificios con ellos fabricados, salvo el caso de Sepúlveda (iglesia de Santiago). Los puntos más gruesos corresponden a edificios en los que el ladrillo es el material principal, y los menores, aquéllos en los que es secundario.


Para su aprovechamiento en la producción cerámica son más aptos las mayores concentraciones de arcillas illíticas (barreros), como ocurre en sectores que hasta nuestros días han servido para la extracción de barros; como por ejemplo, en Nava de la Asunción, Coca, Turégano, etc.

Yesos y derivados

En la provincia de Segovia, estos materiales se obtienen de tres conjuntos geológicos:

  • Yesos alabastrinos del Cretácico superior, en la formación Dolomías de Valle de Tabladillo (C7).
  • Yesos espejuelos del Mioceno superior, en las denominadas Facies Cuesta. Se localizan en todo el sector septentrional de la provincia, donde fueron explotados hasta recientemente en Cuéllar o Frumales.
  • Yesos alabastrinos del Paleógeno, que sólo afloran en las proximidades de Siguero, junto la ermita de la Virgen de la Varga.

Antiguas yeseras abandonadas en las inmediaciones de Cuellar, aprovechando los materiales margo-yesíferos de las Facies Cuesta.

Los transformados y derivados de este mineral (aljez o espejuelo), básicamente son el yeso de obra, la escayola y el alabastro, que han sido empleados para la argamasa de la mampostería, revocos, y algunos elementos escultóricos (capiteles y filigranas de reminiscencias islámicas).

Yeserías con arabescos y bultos yacentes labrados en alabastro en los sepulcros gótico-mudéjares del siglo XV, del presbiterio de la iglesia de San Esteban (Cuéllar).

Para saber más…

DÍEZ HERRERO, A. (2007). El empleo de las rocas y los minerales en la arquitectura románica de la provincia de Segovia. En: J.A. RUIZ HERNANDO y J.M. RODRÍGUEZ MONTAÑÉS (Coords.), Segovia, volumen I, pp. 203-225. En: M.A. GARCÍA GUINEA Y J.M. PÉREZ GONZÁLEZ (Dtors.), Enciclopedia del Románico en Castilla y León, Ed. Fundación Santa María La Real – Centro de Estudios del Románico, Aguilar de Campoo (Palencia), 3 volúmenes + 1 mapa, 1990 pp. ISBN (volumen I) 978-84-89483-32-3; ISBN (obra completa) 978-84-89483-22-4; D.L. P346-2006. PDF


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