El sábado 9 de enero de 2021, en torno a las 10.21 h, el periódico digital El Confidencial se hacía eco de una notificación de la Red Sísmica Nacional (Instituto Geográfico Nacional) sobre un terremoto ocurrido a las 10:15:52 h, cuyo epicentro se situó a escasos 3 kilómetros de localidad segoviana de Sebúlcor. Además, añadía como información que la magnitud calculada era de 3.1, la profundidad de 10 km, que la intensidad había sido muy baja (por lo que sólo se podría sentir en las poblaciones cercanas de Fuenterrebollo, Cantalejo y Aldealcorvo) y que se trata del primer terremoto que se registra en la zona en los últimos 30 días. Además animaba a los habitantes de estas localidades a rellenar la encuesta de la escala macrosísmica para aportar datos sobre cómo habían sentido el terremoto.
Inmediatamente los medios de comunicación locales (e incluso regionales y nacionales), en sus ediciones digitales, publicaron la noticia, bien reproduciendo la nota del IGN o bien consultando y entrevistando a vecinos de la localidad, geólog@s de la Asociación Geología de Segovia y el Instituto Geológico y Minero de España, para ampliar o contextualizar la noticia:
- El Adelantado de Segovia
- Acueducto2.com
- Cadena SER, Radio Segovia
- El Día de Segovia
- Leonoticias.com
- NoticiasMadridNorte.com
- Diario AS
Curiosamente (o quizás no casualmente), la víspera (viernes 8 de enero de 2021) a las 23.50 h se había publicado una noticia en la web Geología de Segovia sobre la ausencia de epicentros de terremotos en la provincia de Segovia durante 2020; que además fue difundida en las redes sociales el propio sábado 9 de enero a las 10.00 h, alcanzando un numeroso público y visualizaciones.
La notificación parecía tener toda la veracidad necesaria, porque supuestamente procedía del IGN, si bien en ningún momento aparecía el registro de ese terremoto ni en su página web de los terremotos próximos de los últimos 30 días, ni era visible en la aplicación para dispositivos móviles (IGN Sismología); lo que parecía extraño y cuestionaba su validación oficial.
A pesar de que la magnitud calculada (3.1) era la mayor de todos los terremotos registrados en la provincia de Segovia desde la modernización de la red en los años 90s (el anterior de mayor magnitud sólo alcanzó 2.4), la supuesta localización epicentral también tenía bastante verosimilitud, puesto que la geología comarcal y la configuración tectónica puede perfectamente generar terremotos de esa magnitud. Efectivamente, la ubicación de Sebúlcor en el enlace de la Tierra de Pinares con el sector occidental del macizo de Sepúlveda, ofrece las estructuras tectónicas de este último, como el popular pliegue en rodilla de Sepúlveda y el sistema de fallas que lo formó, que ya produjeron pequeños terremotos de magnitud entre 1.5 y 2.1 en los últimos 20 años con epicentros en localidades como Hinojosas del Cerro, Castrillo de Sepúlveda, o el entorno de la propia Sepúlveda.
La prolongación occidental de dicho pliegue y el sistema de fallas se resuelve cartográficamente con un giro hacia el suroeste de las estructuras tectónicas, con una inmersión del eje del pliegue y un cierre periclinal en el entorno de Molinilla y San Miguel de Neguera.
De esta forma, los pliegues y fallas del macizo de Sepúlveda hacia el suroeste quedan enterrados (fosilizados) por sedimentos cenozoicos (paleógenos, neógenos y cuaternarios) de la cuenca del Duero, aunque mantienen las estructuras tectónicas en profundidad, donde se podría haber generado el supuesto terremoto de Sebúlcor.
Pero ese mismo día, sábado 9 de enero de 2021, en torno a las 17.00 h, la agencia de noticia autonómica de Castilla y León (ICAL) se hacía eco del desmentido del IGN, que atribuía el supuesto sismo a un «falso terremoto» o de origen «artificial», desmentido del que también se hicieron eco los medios locales:
- El Norte de Castilla, redacción Segovia
- El Día de Segovia
- El Adelantado de Segovia
- Acueducto2.com
- Leonoticias.com
- ABC, edición Castilla y León
- Noticias CyL
Desconocemos el origen del malentendido y error de comunicación, pero nos surgen dudas sobre el posible origen artificial de ese sismo de magnitud de 3.1, ya que las actividades antrópicas capaces de producir semejante terremoto, no parecen verificarse en ese territorio. No se han producido explosiones ni movimientos del terreno en obras públicas, ni tan siquiera en las canteras y minas existentes en el entorno, como podrían ser las explotaciones de la roca ornamental Rosa Sepúlveda, o la explotación de arenas feldespáticas y silíceas que INCUSA (Grupo Saint Gobian) tiene en la vecina localidad de Burgomillodo; o movimientos bruscos de llenado, desembalse o rotura de la presa de embalse de Burgomillodo, en el río Duratón. Más bien nos decantamos por un error de comunicación del evento, o bien un error de registro instrumental o cálculo de la situación epicentral, quizás relacionada con la compleja situación meteorológica asociada al temporal Filomena.
Esperamos que alguna vez se aclare este ‘terremoto fantasma’ que ha sido un auténtico ‘culebrón de invierno’.