Espirdo en la Galería

El 28 de julio de 2023 se inauguró oficialmente la Galería de las Colecciones Reales en Madrid, próxima a la Catedral de la Almudena y el Palacio Real. Se trata de un nuevo espacio museístico que realiza un recorrido por cinco siglos de arte y cultura custodiados por Patrimonio Nacional en los Reales Sitios, mostrando una selección de piezas excepcionales: pinturas, esculturas, armaduras, tapices, artes decorativas o carrozas. Obras firmadas por maestros de la talla de El Greco, Caravaggio, Velázquez, Goya, Bernini.

En esta Galería cabría esperar encontrar información y una selección de piezas que anteriormente estaban expuestas en los Reales Sitios segovianos, como el Palacio de La Granja de San Ildefonso, el Palacio y Parque de Riofrío o la antigua Casa del Bosque de Valsaín. Incluso de otros Reales Sitios que se construyeron en la antigua Comunidad de Ciudad y Tierra de Segovia, como el Monasterio de San Lorenzo (Sexmo de Casarrubios) de El Escorial o el Palacio de Aranjuez (Condado de Chinchón). Pero lo que sorprende es que en las piezas y contenidos de la Galería están representadas otras localidades segovianas, más modestas, pero igual de importantes e interesantes.

En la planta -2 de la Galería, dedicada a los Borbones (sala B), donde se abordan temas como la música, las manufacturas y las reales fábricas o la construcción de los palacios reales de Madrid y La Granja, una pieza expuesta ha llamado nuestra atención: un Muestrario de mármoles (el número 3) de los Talleres Reales, fechado en el tercer cuarto del siglo XVIII, consistente en una caja de madera tallada y policromada rellena de piezas paralelepipédicas (placas rectangulares) de mármoles y otras rocas (granitoides, calizas, dolomías…).

Según consta en la cartela, la construcción del Palacio Real Nuevo de Madrid supuso la exploración sistemática por todo el país de canteras de mármoles para utilizar en elementos decorativos y solados. Se buscaba aunar el prestigio inmemorial del material pétreo y el interés por la historia natural con el menor coste económico. La gran variedad de mármoles descubiertos hizo necesaria la realización de muestrarios para facilitar su utilización en el propio palacio y para intercambiar con otras cortes e instituciones europeas. Se conservan ocho cajas con muestras, algunas incompletas. En la cara interna de cada una de las tapas figura el registro de su contenido: información de las muestras numeradas, su procedencia y la distancia en leguas hasta la corte y su abundancia.

Pues bien, en este muestrario de mármoles número 3, entre una treintena de placas de roca, se encuentra una muestra procedente de la localidad de Espirdo (Segovia), siglada con el número 88. Además se indica la distancia desde esta localidad al nuevo palacio y la corte de la villa de Madrid (16 leguas, unos 89 kilómetros) y su abundancia «Abundante«.

En un primer reconocimiento de visu de la placa parece tratarse de una dolomía micrítica de color teja, semejante a las que aparecen en las secuencias del Cretácico Superior en la formación Dolomías Tableadas de Caballar, y que son conocidas popularmente por l@s geólog@s como «dolomías ladrillo» por su color y su aparición en bancos tableados entre arenas, limos y arcillas en facies intermareales y supramareales.

No es descartable que en las otras siete cajas de los muestrarios de ‘mármoles’ haya otras muchas muestras de la provincia (actual o pasada) de Segovia. De hecho ya están presentes otras rocas segovianas (granitoides, dolomías, calizas…) en otros muestrarios de ‘mármoles’ para la realización de edificios o retablos del siglo XVIII.

Ya desde hace décadas hay estudios realizados de otro lapidario o muestrario de mármoles, custodiado en el Archivo y Biblioteca de la Catedral de Segovia, que se elaboró para elegir rocas en la construcción de los altares dieciochescos de la Catedral, como el Altar Mayor o el de San Frutos.


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