Las concreciones son unos agregados de fragmentos o partículas de minerales (cuarzo, feldespatos…) o rocas, cementados por minerales (calcita, aragonito, dolomita, sílice…); o sea, estructuras típicas de las rocas sedimentarias detríticas. En múltiples ocasiones adoptan morfologías esféricas por la difusión radial del cementante, y quedan aislados con morfologías en bolas o agrupaciones de formas esféricas, cuando el substrato colindante no cementado es erosionado por meteorización y removilización por arroyada, viento o movimientos del terreno.
Existen miles de localizaciones en todo el Planeta con concreciones esféricas de diferente naturaleza detrítica y tipología de cementos; y con múltiples formas, tamaños y disposiciones de agregados. Pero, en casi todos los casos, han llamado la atención desde la antigüedad remota de las poblaciones y sociedades próximas, siendo objeto de leyendas, mitos y tradiciones acerca de su origen, evolución y propiedades mágicas.
Veamos las que tenemos en Segovia y otras de otros lugares del mundo.
Pítoles de Pedraza (Segovia)
Pítoles es el término popular con el que los habitantes de la comarca de Pedraza, y en otras zonas de la provincia de Segovia (Sepúlveda, Segovia capital…), denominan a unas bolas de arena apelmazada que tradicionalmente han encontrado en el campo, sueltas entre las arenas silíceas de las cuestas de las lastras y arenales.
También se encuentran en su sitio, en los bancos de arenas y limos de las antiguas minas y areneras de todo el piedemonte serrano y el macizo de Sepúlveda.
Estas curiosas formaciones geológicas esféricas están formadas por arenas silíceas, esto es, con granos mayoritariamente de cuarzo, cementadas por carbonato cálcico, o sea, calcita; por lo que reaccionan con el ácido clorhídrico, o sea, el agua fuerte, produciendo efervescencia. Aunque predominan las morfologías esféricas también hay pítoles elipsoidales, husiformes o planares en capas.
También son frecuentes las formas combinadas de dos, tres o más esferas juntas, dando lugar a agregados que se asemejan a cabezas y cuerpos humanos redondeados; de ahí el sobrenombre de ‘Venus de Sepúlveda’ o ‘Micky Mouse’, con las que también se las ha denominado modernamente.
Las hay de muy variadas dimensiones, desde apenas unos milímetros a varios decímetros, alcanzando hasta casi 30 cm de diámetro, como este ejemplar recogido en la localidad de El Arenal, en el municipio de Orejana, por Braulia Hernanz, y que conserva en su patio.
Los pítoles siempre han llamado la atención de los habitantes de estas comarcas del piedemonte serrano y el macizo de Sepúlveda, hasta el punto de que los recogían para colocarlos como objetos decorativos en las casa, el patio o los jardines; incluso los usaban como amuletos y para atraer la buena suerte, incluso arrojándolos a los tejados y fincas, y así prevenir la caída de rayos o centellas.
Pero también estas curiosas bolas han atraído la atención de los científicos y técnicos, que ya hablan de ellos desde el siglo XIX en sus descripciones físicas y geológicas de la provincia de Segovia y otras limítrofes; y que han realizado trabajos específicos tratando de explicar su formación.
Es el caso del trabajo que la doctora Concepción López de Azcona y el doctor Francisco Mingarro publicaron en el año 1968 con el título “Estudio de los cuerpos concrecionales del Albense de Segovia”, en la revista ‘Estudios Geologicos’. En él, analizan la composición de estas concreciones pétreas y proponen una teoría para su formación.
Posteriormente más investigadores como los doctores Ángela Alonso, Ramón Mas y Javier Gil, entre otros, tratan de explicar el origen, edad y disposición de las arenas silíceas en las que se encuentran los pítoles. Hasta recientemente el doctor Juan José Durán lo ha recogido en su ‘Palabrero geológico’.
En el libro divulgativo “Las raíces del paisaje”, del año 2005, se avanza una sencilla explicación a su formación en varias etapas:
- Hace unos 90 millones de años, en el periodo denominado Cretácico superior, grandes ríos entrelazados de canales múltiples circularon en esta zona, de oeste a este, arrastrando grandes cantidades de gravas, arenas y limos hacia el mar, que se ubicaba en una posición semejante al actual mar Mediterráneo.
- En el lecho de estos antiguos ríos que circulaban por aquí en esa época, se depositaban granos de arenas silíceas, de color blanco en la imagen, y algunos pocos de calizas, de color naranja en la imagen, por erosión de los caliches y fangos de las charcas de las márgenes de los ríos.
- Los granos quedaron enterrados y empapados en agua
- Los granos de caliza se disolvieron, difundiendo su carbonato cálcico de forma concéntrica, y formando así un halo esférico de agua con alto contenido en bicarbonato cálcico.
- El descenso del nivel freático hizo que se produjera la precipitación del bicarbonato, cementando con carbonato cálcico los granos silíceos.
- La posterior erosión de las arenas sueltas (no cementadas), ponen al descubierto las esferas de granos cementados más resistentes a la erosión que las arenas sueltas no cementadas.
Los pítoles son elementos del patrimonio geológico de Segovia. Por ello, si los encuentras en el campo, por favor, no los recojas y te los lleves a casa, porque estás haciendo perder patrimonio natural a nuestra provincia y quitando información a los futuros investigadores de estas curiosas formaciones.
Limítate a fotografiarlos y llevarte mejor una imagen de estas curiosas formas o del tamaño de los pítoles que has encontrado, que puedes compartir con tus contactos y en las redes sociales, asociada a un vídeo explicativo (graGEA de seGEOvia #6) que se publicó durante la pandemia de la CoVID 19. Un pítole fuera de su ambiente y contexto, no es más que una bola de arena.
Trovants de Catestis (Rumanía)
En Catestis, una ciudad de Rumania, en Europa del este, existe un tipo único de piedras que ha llamado la atención de científicos e investigadores desde hace siglos. Se trata de las Trovants (literalmente «piedras que crecen» en rumano). Lo primero que llama la atención de estas piedras es su forma: tienen siluetas redondeadas, que recuerdan a huevos o a caracoles . Y pueden ser pequeñas de manera que caben en la palma de la mano, o enormes de manera que pesan cientos de kilos.
Pero además, estas piedras esconden extraños secretos difíciles de explicar.
Estas piedras «vivientes» se gestan de una manera parecida a como lo hacen los seres vivos, saliendo de entre un material más blando que los cubre. Así, cuando el material externo se erosiona, por acción del viento o del agua, las Trovants salen al mundo, como si de un nacimiento se tratase.
Por si esto fuera poco, cuando llueve sobre las Trovants, éstas absorben el agua que contienen minerales en su interior, como si se alimentasen. Absorben los minerales y las hace aumentar su densidad, pero también su volumen, creciendo como lo hacen los seres vivos. Pero a diferencia de los animales y las plantas, las piedras Trovants crecen de manera extremadamente lenta, a sólo unos cinco centímetros cada mil 200 años. Esto las distingue de la mayoría de las piedras que no pasan por procesos de crecimiento, sino que se forman de otras maneras.
Mientras las piedras se expanden, se pueden producir formaciones parecidas a burbujas que eventualmente se desprenden de la roca principal , de lo que nace una nueva Trovants, por lo que además de crecer, se puede decir que estas piedras se reproducen.
Además de esto, la Trovants tienen un último misterio, y es que se desplazan, se mueven de manera imperceptible por su lentitud dejando huella sobre el terreno. Pero a diferencia de otras características, esta última no ha podido se explicada por la ciencia, sólo se especula de que pudiera ser causada por magnetismo.
No cabe duda que el mundo está lleno de misterios.
Fuente: Manik (Facebook)
Concreciones de Cuatro Ciénagas (México)
Investigando entre expertos Geólogos, Geofísicos y Paleontólogos Mexicanos, me he encontrado este Tesoro Geológico en el Norte de México, específicamente en el Municipio de Cuatro Ciénagas Coahuila, por todos es sabido que FONATUR ha tomado el control de la zona y la ha convertido en área protegida, ahora con más razón, pues se han descubierto el nacimiento de dos áreas naturales de concreciones que nacen y se reproducen. La Geología de estas piedras es única y nada tienen que ver con la composición química de las piedras Rumanas, su aspecto es de otro mundo, pronto se abrirá al público. La zona de concreciones esféricas y la zona de concreciones redondas.
Fuente: Facebook
Concreciones de Kawakeb (Libia)
Se encuentran en el valle de Kawakeb, dentro de la región de Kafra en Libia.
Unas misteriosas concreciones, se trata de formaciones geológicas que han fascinado a investigadores a lo largo de los años. Estas piedras peculiares tienen habilidades únicas que las diferencian de la mayoría de las rocas naturales. A pesar de su apariencia estática, están en constante proceso de crecimiento y formación, despertando la imaginación con sus movimientos y aparente capacidad de multiplicarse. Algunos, al ser cortados, revelan anillos concéntricos similares a los de los árboles, lo que les ha valido el apodo de «piedras móviles vivas». Los estudios para desentrañar su verdadera naturaleza se remontan al siglo XIX.