¿Qué rocas tienes sobre tu cabeza? ¡No te cortes!

Cuando andamos por la sierra de Guadarrama, lo hacemos sobre piedras y además muy variadas e interesantes. Pero hay lugares en los que incluso tenemos piedras hasta sobre nuestras cabezas: los túneles excavados en las laderas de la sierra, que atraviesan las rocas del subsuelo, para facilitar el tránsito de vías de comunicación (ferrocarril convencional Villalba-Segovia, autopista AP-6 o tren de alta velocidad Madrid-Valladolid). Aunque lamentablemente los túneles del Guadarrama tuvieron que ser revestidos o cubiertos, de forma que cuando se circula por ellos no se pueden observar las rocas que forman las paredes y bóveda, sí que fueron en el momento de ser excavados una oportunidad única para los geólogos e ingenieros para estudiar la disposición de las piedras del Guadarrama en profundidad.

Fragmento del mapa geológico a escala 1:50.000 de la hoja de Cercedilla (508; ITGE, 1991), en el que se aprecian con diferentes colores y texturas los distintos tipos de granitoides que se ubican en las proximidades del alto del León (o puerto de Guadarrama), en el centro de la imagen. Como se puede apreciar, las trazas en profundidad de los cuatro túneles, el del tren de ancho convencional (línea verde) y las tres de la autopista AP-6 (líneas blanca, azul y amarilla), se entrecruzan a diferentes profundidades y discurren únicamente por la litología de tonos rosados numerada como 9 (adamellitas con cordierita y abundantes enclaves microgranulares. Tipo Alpedrete). Fuente de la base geológica: ITGE, 1991); en Sacristán et al. (2016).

Los últimos dos grandes túneles excavados atravesando el Guadarrama, los de la línea del tren de alta velocidad Madrid-Valladolid pasando por Segovia, son los más complejos e interesantes por la variedad de rocas en las que se excavaron. De sur a norte, atraviesan primero bajo el cerro de San Pedro y luego bajo la Cuerda Larga, valle de Lozoya, macizo de Peñalara y valle de Valsaín. Estos túneles perforan diferentes tipos de gneises (ortogneises, paragneises, glandulares, bandeados…), esquistos, mármoles y granitoides (monzogranitos, leucogranitos, granodioritas), diques de rocas porfídicas y aplíticas e infinidad de filones de cuarzo. Igualmente las distintas fallas supusieron retos a la ingeniería de la perforación de macizos rocosos. Si pudiéramos ver las rocas de las paredes y techo del túnel, los más de 30 km de oscuridad se transformarían en un viaje por conjuntos de rocas, con una disposición fallada, plegada e inclinada hacia la boca sur del túnel; como si atravesáramos un gigantesco pastel bien horneado.

Corte geológico-geotécnico del túnel de Guadarrama entre la boca sur en Soto del Real (a la izquierda) y la boca norte en Segovia (a la derecha). Se puede observar la enorme variedad de tipos de roca que atraviesa el trazado del túnel (doble línea subhorizontal roja de la base del corte, cuya disposición general de los conjuntos de rocas metamórficas con inclinación hacia la boca norte. Extraído de López Sopeña (2005).
 

Pues bien, este corte geológico-geotécnico, que los geólogos elaboraron para el proyecto y ejecución de la obra, se imprimió (ploteó) en dos ejemplares de grandes dimensiones (métricas a decamétricas) para mostrarlos a los visitantes de la obra durante su ejecución, que se ubicaron en las instalaciones de control de obra en ambos extremos del túnel. Finalizados los trabajos y desmontadas esas instalaciones, uno de los ejemplares del corte geológico fue a parar a un aula de la Escuela Técnica Superior de Ingeniería de Minas y la Energía de la Universidad Politécnica de Madrid (entre las calles Ríos Rosas, Alenza y Cristóbal Bordiu en el madrileño barrio de Chamberí), donde ocupa un mural en una pared del aula, para aprendizaje de los alumnos de ingeniería de minas e ingeniería geológica. Pero el otro, quedó en la nueva estación de Segovia Alta Velocidad (posteriormente llamada Segovia Guiomar), colgado en el recibido de las dependencias de administración de Adif, con acceso restringido al público. Durante unas obras en la estación para la remodelación de espacios, el corte geológico ‘desapareció’, aparentemente arrinconado en un almacén. Pero la rápida intervención de la asociación Geología de Segovia, mediante carta dirigida a Adif, solicitó su inmediata reposición y exposición pública, esta vez en un espacio accesible: la nueva sala de espera de pasajeros.

Y es ahí donde ahora se expone, para uso y disfrute de pasajeros, estudiantes y aficionados a la geología y las ciencias de la Tierra; y en general para cualquier viajero que desea ver qué tendrá sobre su cabeza cuando viaje a alta velocidad por el interior de la Sierra de Guadarrama.

¡No te cortes! Pasa a ver este magnífico corte geológico.

P.D.: Señores y señoras de ADIF, sería deseable una pequeña cartela explicativa, código QR a una web de ampliación de información, o algún elemento divulgativo en ese desangelado rincón de la sala, que permita entender qué significa ese cuadro colgado de la pared. Gracias de antemano.

Para saber más sobre el corte y las piedras sobre tu cabeza:

  • ITGE (1991). Hoja 508 (18-20) Cercedilla (mapa y memoria). En: Mapa geológico de España, Escala 1:50.000, Segunda Serie, Instituto Tecnológico Geominero de España, Madrid. 104 pp.
  • López  Sopeña, F. (2005). Perfil geológico del túnel de Guadarrama. Estudios de caracterización de fallas: zona la Umbría. En: ADIF (Ed.), Túnel de Guadarrama, Entorno Gráfico S.L., 147-187, Madrid, 579 págs.
  • Sacristán Arroyo, N., Díez-Herrero, A. y Carrera Anaya, A. (2016). Guía de Piedras de la Sierra de Guadarrama. Ediciones La Librería, Madrid, 128 pp.