Segovia tiene un emplazamiento privilegiado, a caballo entre la Sierra de Guadarrama y la Cuenca del Duero; entre las cumbres y laderas serranas, y los llanos y campiñas meseteñas; sobre las lastras calcáreas del piedemonte y circundada por vegas fluviales; a medio camino entre los pinares silvestres y las matas de robledal, y los encinares y campos cerealistas de secano; sobre pastizales y matorrales de la deforestación histórica del piedemonte y abrazada por alamedas.
Esta situación singular se manifiesta en una diversidad paisajística inigualable, que también es consecuencia de su historia geológica. Segovia, en los últimos 600 millones de años, ha sido ocupada por océanos polares, gigantescas cadenas de montañas, anchos ríos entrelazados, mares tropicales, zonas lacustres, planicies de sabanas subtropicales o desiertos fríos periglaciares. En este pequeño espacio, están o han estado representados, todos los ambientes que han dado lugar a los distintos paisajes naturales de Europa: las costas noruegas, los Alpes austriacos, los ríos alemanes, las Antillas holandesas, los lagos turcos, la Guyana francesa, las estepas polacas… Y todos estos paisajes han dejado su huella en las rocas, sus fósiles, estructuras y en el relieve sobre el que el hombre implantó esta legendaria Ciudad. Sólo hay que saber observar e interpretarlos para reconstruir esas apasionantes historias e imaginar esos paisajes.
El Acueducto monumental: un gigante con algunos pies de barro
Corte geológico idealizado de los materiales bajo el Acueducto en su tramo de doble arquería, a partir del dibujo de Somorrostro. En la parte izquierda (calle Fernán González y Azoguejo) los pilares se apoyan sobre granitos semejantes a los que forman sus sillares, mientras que a la derecha (Santa Columba y postigo del Perdón) se apoya sobre arenas, arcillas, areniscas, dolomías y margas hasta la base de la muralla. Extraído del libro “Las raíces del paisaje” (Junta de Castilla y León).
Las huellas de cuando Segovia estuvo bajo un mar tropical
Esquema de los afloramientos en la calle Cervantes (Calle Real), donde aparecen rocas formadas en medios intermareales del Cretácico superior. Sobre el alzado de los edificios de la acera (números impares) se han superpuesto los sitios donde afloran estas rocas, cuyas fotografías rodean al dibujo. (Fotos: A. Díez. Alzado de la calle Real, cedido por el Excmo. Ayuntamiento de Segovia). Extraído del libro “Las raíces del paisaje” (Junta de Castilla y León).
¿Por qué se situó la Ciudad precisamente ahí?
Aspecto idealizado del promontorio rocoso situado entre los valles de los ríos Eresma y Clamores, sobre el que en época histórica se instalaría la Ciudad. Nótese la posición estratégica que luego ocupará el Alcázar, en la confluencia; y el singular emplazamiento de la Casa del Sol (actual Museo de Segovia), en la orilla interna de un meandro. Dibujo: Juana Vegas
Textos inéditos de la exposición ¡Queremos un geoparque!