Recientemente se ha publicado un breve pero interesante artículo en Cota Cero, el periódico digital del mundo subterráneo, titulado «La España más subterránea«, sobre la importancia de las cuevas en nuestro país, con un ilustrativo mapa de las principales cavidades de España por su longitud o profundidad.
Y, entre las 280 cuevas españolas que tienen una longitud conocida superior a los tres kilómetros, se encuentra una ubicada en la provincia de Segovia y en todo el sector meridional de la cuenca del Duero: los Enebralejos, en Prádena. Esta cavidad es la única de la provincia que está incluida en el catálogo de grandes cavidades españolas, con sus más de tres kilómetros y medio de desarrollo (longitud total, 3670 m; profundidad máxima, –13 m).
Redescubierta al realizar un pozo en 1932, una parte de su recorrido ha sido habilitada para la visita turística desde el año 1995. La cueva se puede dividir en tres sectores (Bielsa y Gutiérrez, 1999):
- Entrada: galerías Turística, del Hundimiento y Talpa, y salas de los Enterramientos y Santuario.
- Río Arriba: galerías Río Arriba, de la Tortícolis, y del Parto.
- Río Abajo: galerías del Pozo, Intermedia y Río Abajo, y sala de la Diaclasa.
Entre las formaciones de espeleotemas destacan, dentro del sector turístico, las denominadas ‘Las Palmeras’ (dos columnas), ‘La Cascada’, ‘El Fantasma’ y ‘La Pared de los Colores’; en el recorrido espeleológico destacan ‘La Lámpara’ y los enrejados de estalactitas de las galerías del Parto y del Pozo.
En el mismo sector de Prádena se sitúan más de una treintena de cavidades, entre las que destacan por su desarrollo las cuevas: Pepón (1563 m, -16 m), El Jaspe (1254 m, -15,5 m), Nueva o de los Molineros (428 m, -15 m), y de las Mesillas (391 m, -8 m). La cueva del Jaspe es especialmente singular, tanto por su desarrollo vertical-horizontal (con cascadas, sumideros y sifones), como por servir de sumidero a un arroyo procedente de la Sierra.
Existe en la provincia de Segovia una abundante representación de los fenómenos denominados endokársticos: formas subterráneas asociadas a la acción cárstica. Se trata fundamentalmente de morfologías de desarrollo horizontal o subhorizontal (abrigos, solapos, galerías y cuevas), con una presencia menor de las formas verticales, como pozos y simas.
Las rocas susceptibles de ser karstificadas en la provincia de Segovia pueden agruparse en varios conjuntos:
- Mármoles y calizas cristalinas proterozoicas y paleozoicas, como las aflorantes en diversos lugares de la Sierra de Guadarrama y su piedemonte (Vegas de Matute, Hontoria, Nueva Segovia…), y localizaciones puntuales de la Sierra de Ayllón (Estebanvela).
- Calizas, dolomías, margas y areniscas dolomíticas mesozoicas, tanto jurásicas (Honrubia de la Cuesta, Torreadrada…) como sobre todo cretácicas (Segovia, Pedraza, Prádena, Sepúlveda…).
- Conglomerados calcáreos, yesos, margas y calizas cenozoicas, situados en el borde de los macizos montañosos (Segovia, Francos, Fuentidueña…) o en los páramos septentrionales (Cuéllar, Sacramenia…).
Para saber más…
Este texto y algunas imágenes son un extracto del libro «Las raíces del paisaje» (Díez Herrero y Martín Duque, 2005), en el que se puede encontrar más información sobre esta cavidad, otras de la provincia de Segovia y las referencias bibliográficas citadas completas; y que puede ser descargado gratuitamente en formato PDF.
Otras obras publicadas (ver referencias completas en «Las raíces del paisaje«): Barea (2001); Barea (2002); Barea et al. (1999); Barea et al. (2000); Barea et al. (2002a); Barea et al. (2002b); Barea et al. (2002c); Bielsa y Gutiérrez (Dtors.) (1999); Gutiérrez (1998); Gutiérrez y Bielsa (1994); Llorente (1898); Moreno (1979-1980); Moreno (1989); Moreno y Sanz Donaire (1983); Ortiz (1997); Puig y Larraz (1896); Puig y Larraz (1897); Sección Espeleológica de Ingenieros Industriales (1982); Séptima promoción de la Escuela Técnica de Peritos Topógrafos (1979); TALPA.