Y el niño Jesús nació sobre…

En estas fechas navideñas, en las que los cristianos celebran el nacimiento de Jesús, desde la web de Geología de Segovia nos hemos preguntado por la geología de la localidad de Belén (Judea, Cisjordania, Palestina) y, como siempre, si guarda alguna semejanza con la geología de Segovia y su provincia.

Pues bien, resulta que la localidad de Belén y buena parte de Judea, donde la tradición cristiana ubica el famoso portal y el pesebre en el que se produjo el nacimiento de Jesús, se encuentra ubicada sobre rocas carbonáticas del Cretácico Superior, y más concretamente sobre calizas y dolomías del Turoniense (entre 93,9 y 89,8 ±0,3 millones de años). Prácticamente idéntico al substrato sobre el que se ubican: el recinto amurallado de la ciudad de Segovia, de Pedraza, de Sepúlveda, de Castrojimeno… y de tantas y tantas localidades de la provincia de Segovia.

Mapa geológico de la distribución de las unidades del Turoniense (sombreado oscuro; donde se encuentra Belén-Bethlehem, en el centro de la imagen), Cenomaniense (sombreado claro) y post-turionienses (blanco) en Judea. Tomado de Weiler y Sass (1972).
Columna estratigráfica general del Cretácico Superior de Judea. Tomado de Weiler y Sass (1972).

Estas rocas de Belén se formaron en la zona costera-litoral de un mar cálido y somero (Neotethys) de finales del Cretácico superior; el mismo que bañaba, al otro lado del actual Mediterráneo (que no existía como tal) la posición de la actual provincia de Segovia en esa misma época.

Reconstrucción paleogeográfica de la línea de costa en la actual Judea durante el Cenomaniense-Turoniense. Tomado de Weiler y Sass (1972).

Y la tercera coincidencia es que estas rocas cretácicas del subsuelo de Belén están karstificadas, con numerosas cavidades y rellenos detríticos (areniscas); como ocurre con los macizos calcáreos de la provincia de Segovia y las cuevas y rellenos que contienen restos paleontológicos (El Buho, La Zarzamora…) y arqueológicos (Abrigo del Molino, Los Enebralejos, La Vaquera…).

Afloramiento de The Talpiot, con las calizas turonienses afectadas por huecos de karstificación verticales, rellenos de areniscas y arcillas. Tomado de Weiler y Sass (1972).

Esta configuración geológica de Belén y en general de Judea y Cisjordania, lejos de ser una anécdota del pasado geológico, ha condicionado sobremanera la disposición de los acuíferos y las aguas subterráneas, con sus zonas de recarga y descarga; y con ello la disponibilidad de recursos hídricos en una zona semidesértica, con las implicaciones socio-políticas que han derivado en conflictos bélicos constantes desde la Antigüedad hasta nuestros días. Afortunadamente en la provincia de Segovia, al menos aún, la explotación de los acuíferos kársticos en rocas carbonáticas cretácicas (Madrona, Sepúlveda, Prádena…) que abastecen a muchas localidades segovianas, no han dado lugar conflictos, al menos bélicos.

Masas de agua subterránea de Israel y Palestina (izquierda) y principales límites de acuíferos y líneas de flujo subterráneo en Judea y Samaria (derecha). Tomados de Rosenthal et al. (2009).

Así pues, una vez más, la diversa geología de la provincia de Segovia tiene múltiples analogías hasta con la ciudad de Belén, cuna de la religión cristiana. ¿No os parece curioso e interesante? Feliz Navidad.

Para saber más:

Rosenthal, E., Guttman, J., Sabel, R. y Moller, P. (2009). Limiting hydrochemical factors for sustainability of water resources: The Cisjordanian experience. Chemie der Erde, 69, 191–222.

Weiler, Y. y Sass, E. (1972). Karstic sandstone bodies in the Turonian limestones of Judea, Israel. Sediment. Geol., 7, 137-152.



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