No cabe duda alguna que una de las canteras de futur@s geólog@s es el coleccionismo de minerales, porque muchos de los actuales profesionales de la Geología fueron en su infancia y juventud aficionados a la Mineralogía. Dicho de otra manera ‘fueron cocineros antes que frailes’. En la memoria colectiva de much@s geólog@s están los minerales que venían de regalo con los botes de Cola Cao, o los coleccionables por fascículos, tan de moda esos años.

Y, en el mundo del coleccionismo de minerales, hay tres actividades básicas: las excursiones para la observación y recolección de ejemplares; las mesas de intercambio de piezas; y las ferias comerciales de minerales.
Durante los años 80s y 90s proliferaron las ferias de minerales por toda España, a imagen y semejanza de las grandes ferias internacionales (Tucson en EE.UU. de Norteamérica, Santa María de las Minas en Francia…). Así, además de las ferias en Madrid (primeros domingos de mes en ETSI Minas y Energía UPM, Expogema, Hotel Convención, Exponatura…), estaban y están las ferias de Mineralexpo (Barcelona), Urretxu (Guipuzcoa), Minerval (Valencia), La Unión, Alicante, Sevilla, Zaragoza, etc.

Segovia no fue ajena a esta moda en las ferias locales de minerales, y al menos durante tres años consecutivos, por iniciativa del ingeniero de minas Fernando Pedrazuela (entonces Prominas, S.L.), se celebraron los Certámenes de Minerales y Gemas de Segovia en lugares emblemáticos del recinto amurallado como el Torreón de Lozoya o la Casa de Los Picos; en las que expusieron decenas de puestos y comerciantes, entre ellos, los más prestigiosos del país; y que congregaron miles de visitantes, creando un ambiente de interés por la mineralogía y la geología, hasta ese momento inédito en Segovia.

Fue precisamente en el tercero de estos certámenes, el de mayo 1987, cuando se incluyó en el programa una excursión por la provincia de Segovia para observación de la geología y la recolección de muestras de minerales, en la cual surgió la idea de crear la Asociación Segoviana de Aficionados a la Mineralogía (ASAM), que quedó registrada en septiembre de 1987.

Lamentablemente esa iniciativa en Segovia no tuvo continuidad en la década de 1990, aunque hubo varios intentos de retomarlo.
Pero afortunadamente en nuestra provincia vecina y hermana, Ávila, un grupo de profesores y alumnos de la Escuela Politécnica de Ávila, adscrita a la Universidad de Salamanca, llevan tres años organizando la Feria de Minerales de Ávila que, año tras año, va cobrando más fuerza e interés para la población local y para los aficionados de las provincias limítrofes, que nos desplazamos en masa para visitar los puestos y admirar sus exposiciones y actividades complementarias.

Pero la Feria de minerales de Ávila es mucho más que unos comerciantes vendiendo minerales, fósiles y gemas. Desde el principio la exposición y venta se ha complementado con múltiples actividades: talleres, charlas, prácticas, etc. Con ello consiguen un atractivo programa que hace las delicias de los peques y los adultos por igual, creando un caldo de cultivo que seguro que generará nuevas vocaciones y, sobre todo, una conciencia social de la importancia de la mineralogía y la geología. Enhorabuena y larga vida a la Feria de Ávila.