José María Avrial y Flores (1807-1891) fue un pintor e ilustrador gráfico nacido en Madrid, que recibió su formación artística en la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando, teniendo como maestros a José de Madrazo y Fernando Brambilla. En el año 1837 fue nombrado director y maestro principal en la Escuela de Bellas Artes de Segovia. Durante su estancia en Segovia, realizó una serie de dibujos de la ciudad (algunas ‘aguadas’) y, en especial, del Alcázar y su interior. Gracias a este trabajo, tras el incendio de 1862 se pudieron reconstruir con fidelidad los salones del Alcázar.
Recientemente (abril de 2024), la editorial segoviana Ediciones Derviche ha publicado una reedición de varias de sus obras en el libro «Segovia pintoresca y el Alcázar de Segovia«, con decenas de esos dibujos detallados, tanto de la ciudad y sus paisajes circundantes, como en otros lugares de la provincia.
Aprovechando que ahora esta obra vuelve a estar accesible al gran público, con esta sencilla entrada-web queremos destacar la utilidad de esas ilustraciones, no solo para investigaciones histórico-artísticas, sino también para el estudio de la gea segoviana, fundamentalmente en dos aspectos:
- Reconocer las características geológicas (rocas y formas del relieve) en el entorno de los monumentos dibujados, en un momento histórico con un paisaje menos urbanizado y más desprovisto de vegetación; en localizaciones que ahora están cubiertas por edificaciones e infraestructuras, por suelos o por cubierta vegetal.
- Detectar y caracterizar en la fábrica de los monumentos y edificaciones el registro de los efectos en el patrimonio de eventos geológicos extremos, como terremotos, desprendimientos, inundaciones, etc., que sirven para conocer su magnitud y frecuencia, y cómo responden esas edificaciones antes catástrofes y desastres de origen natural. Muchas de estas evidencias de desastres fueron posteriormente eliminadas por obras de reparación, restauración o simplemente por desaparición del edificio.
Las rocas y los relieves de Segovia en las ilustraciones de Avrial
Siguiendo el número de página e ilustración de la publicación de Ediciones Derviche, algunos de los dibujos más interesantes para reconocer la geología y geomorfología de Segovia y provincia son:
- Página 49. Ilustración 1. La ciudad de Segovia vista desde el Camposanto. Primer plano: peñas gnéisicas. Cuesta de Santa Lucía: montones de arena o greda del miembro Arenas de Segovia de la formación Utrillas.
- Página 50. Ilustración 2. Vista desde Altos del Parral: estratificación de los materiales cretácicos en el entorno de la puerta de San Cebrián.
- Página 86. Ilustración 33. Vista de la iglesia del Parral, tomada desde la subida al Romeral: rocas cretácicas estratificadas en la derecha de la imagen.
- Página 111. Ilustración 50. El Alcázar por el lado del Norte: rocas cretácicas estratificadas.
- Página 112. Ilustración 51; e ilustración de portada-cubierta frontal. Vista de Segovia, tomada por detrás del Alcázar. Primer plano: margen derecha del río Eresma aguas abajo de la confluencia con el arroyo Clamores, terracetas erosivas y depósitos aluviales en la orilla interna del meandro, con salida del barranco de Zamarramala-Vera Cruz formando un cono de deyección.
- Página 113. Ilustración 52. El Alcázar por el lado del Arroyo Clamores: rocas cretácicas estratificadas.
- Página 147. Ilustración 70. Puente de San Lorenzo: relieves graníticos en bloques paralelepipédicos delimitados por diaclasas ortogonales, algunos desprendidos y removilizados por el río Eresma
- Página 148. Ilustración 73. Puerta de Santiago: salida de una cascada de drenaje del barranco del Vallejo (posiblemente exagerado del vertido de las aguas residuales del sector noroccidental del recinto amurallado) y manantiales desde el acuífero kárstico colgado de la mesa-cuesta de Segovia.
- Página 243. El Castillo de Turégano: relieves alomados y colinas tras el castillo, característicos de los paisajes de campiñas en materiales cenozoicos de glacis.
Las evidencias de daños por eventos geológicos extremos
Muchos de los monumentos representados en las ilustraciones tienen elementos que denotan deformaciones (grietas, desplazamiento de sillares, caídas orientadas, combamiento de muros, desalineamiento de formas, claves desprendidas, vértices rotos, etc.) que son consecuencias de eventos geológicos extremos que afectaron al edificio. Muchas de estas evidencias fueron posteriormente borradas en restauraciones (p.e. iglesia de la Vera Cruz), obras de reparación tras desastres (p.e. torre de la iglesia de San Esteban) o directamente por desaparición de los edificios (p.e. iglesia de San Román); por lo que estos documentos gráficos previos son muy útiles para los investigadores.
Especialmente relevantes son los denominados Efectos Geológicos de Terremotos (EAE, por sus siglas en inglés), que permiten reconstruir, a partir del análisis geológico estructural, la posición del epicentro, magnitud e intensidad de terremotos pretéritos; como el conocido «Terremoto de Lisboa«, acontecido el 1 de noviembre de 1755 en el océano Atlántico frente a las costas de Portugal, y que tanto efecto tuvo en el patrimonio histórico-artístico de toda la península Ibérica, incluida Segovia (ver efectos del terremoto de Lisboa en Segovia).