Sí, sí, has leído bien: hace tiempo que se encontró petróleo en Segovia y se está explotando con éxito. Pero no te sorprendas al no haber visto los pozos ni los balancines (caballitos) extrayendo petróleo en Sepúlveda, Cuéllar, Riaza o Coca; porque la Segovia que tiene petróleo no es la ciudad o provincia castellana; ni la aldea lucense de Segovia; ni la ciudad minera colombiana de Segovia (a la que dedicamos una entrada en esta web); ni la comarca nicaragüense o la diócesis filipina denominadas Nueva Segovia. Se trata del petróleo que desde hace un siglo se extrae en Segovia, condado de Kimble, estado de Texas, Estados Unidos de Norteamérica (USA).

Ya hace una década que nuestro webmaster (Ignacio Gutiérrez) llamó nuestra atención sobre la existencia de este despoblado (según Wikipedia tiene menos de 25 habitantes) en el estado norteamericano de Texas, en el cual apenas quedan una estación de ferrocarril abandonada y una antigua oficina de correos cerrada en 1964; y ha sido recientemente cuando el geólogo Juan José Durán (IGME, CSIC) ha actuado como corresponsal en el extranjero y nos ha mandado (y cedido amablemente para su publicación en esta web) algunas fotos de la señalización de la salida 465 en la autopista interestatal (I-10) y los balancines (caballitos) que extraen el petróleo de la Segovia tejana.

Curiosamente, en una analogía total con la ciudad de Segovia castellana, este condado tejano también se ubica sobre rocas carbonáticas cretácicas subhorizontales, igualmente de origen marino somero y con bioconstrucciones de rudistas semejantes a ‘las nuestras’ del arrecife fósil de Castrojimeno.

Hasta tal punto son importantes las secuencias estratigráficas del cretácico de la Segovia tejana, que existe una formación litoestratigráfica llamada «Segovia Formation«, correspondiente al Albiense superior.

En estos afloramientos carbonáticos, además de los campos petrolíferos, se ha desarrollado un sistema kárstico con uno de los mayores acuíferos kársticos del mundo (Edwards Plateau); y muy cerca (unas 65 millas) algunas cuevas turísticas como las conocidas Caverns of Sonora, con sus galerías y espeleotemas de formas y dimensiones excepcionales (en este caso más espectaculares que nuestra Cueva de Los Enebralejos).



Así que ya sabéis, si alguna vez pasáis por el sur de Texas, no dejéis de visitar Segovia, con sus campos de petróleo y las cercanas cuevas de Sonora.