Las Mojadas de Caballar, o simplemente ‘Las Mojadas’ son, sin lugar a dudas, la manifestación cultural popular relacionada con los desastres naturales (en este caso sequías) más conocida y documentada de cuantas se han producido en la provincia de Segovia, al menos en tiempos recientes (siglo XX).
No obstante, entre todas las visiones sobre Las Mojadas falta por desarrollar en profundidad el enfoque científico, que relacione el fenómeno natural (sequías meteorológica y/o hidrológica) y su magnitud y frecuencia, con la celebración de la manifestación cultural. Algunos autores han avanzado, aunque de forma descriptiva, las diferentes periodicidades y casuística temporal de la manifestación, así como su grado de éxito en la consecución del final de la sequía, o simplemente de la producción de lluvia posterior (Calleja, 1988). Pero ninguno hasta el momento ha correlacionado la celebración de Las Mojadas con parámetros meteorológicos y climatológicos tanto locales como regionales y nacionales; ni tampoco se han establecido índices cuantitativos, como sí que se ha realizado con otro tipo de rogativas pro pluvia en otras regiones de la península y la cuenca mediterránea.
Análisis de correlación dendroclimatológica de Las Mojadas de Caballar
El análisis científico de la magnitud física de las sequías históricas (en relación con la precipitación previa) a través de las rogativas de Caballar (con o sin Mojadas) resulta complejo, porque para establecer índices de sequía fiables se necesitarían datos complementarios de índole paleoambiental (geoquímicos, sedimentológicos, palinológicos, dendrocronológicos), que no han sido estudiados en el entorno de esa localidad para el periodo histórico, o el empleo conjunto de otros registros continuos de otras rogativas a nivel comarcal o provincial, que son más discontinuos y reducidos que las propias Mojadas.
Tan solo existen series dendrocronológicas realizadas en pinos silvestres (Pinus sylvestris, L.) de ambas vertientes de la sierra de Guadarrana (Mar Génova, UPM) que, a pesar de distar medio centenar de kilómetros de Caballar, podrían utilizarse para correlacionar los años con rogativas (y Mojadas) con el espesor de los anillos de crecimiento de ese año respecto a la media de la serie (ver Tabla). Como es sabido, entre los factores ambientales que influyen en la anchura relativa de un anillo de crecimiento de un árbol se encuentran la precipitación media anual (sobre todo en el periodo vegetativo (primavera-verano) y la temperatura media anual. De tal forma que un año seco, en principio y en igualdad de otros parámetros ambientales, debería corresponderse con las menores anchuras de los anillos de los árboles.
Como se puede apreciar en la Tabla, si bien existe una cierta correlación entre las anchuras anuales relativas y los años en los que se celebraron las rogativas en Caballar, esta relación no es directa y clara. De los 28 años en los que se celebraron rogativas en Caballar, existe un mismo número de años que podrían denominarse ‘años secos’ (14 por debajo de la media) que ‘años húmedos’ (otros 14 por encima de la media); aunque la media de anchura anual relativa es ligeramente negativa, esto es, correspondiente a años secos.
Tabla. Anchura anual relativa respecto a la media (anchura anual relativa = anchura del año – anchura media de la serie completa) de los anillos de crecimiento de los pinos silvestres de la sierra de Guadarrama en los años en los que se celebraron rogativas en Caballar (y año anterior y posterior). Fuente: Base de datos dendrocronológica de la UPM (Génova, 2000 y 2012).
Anchura anual relativa de los anillos de crecimiento (mm) | |||
Rogativa en Caballar | Año previo | Año rogativa | Año posterior |
30 de mayo de 1593 | 0,167 | 0,057 | -0,113 |
13 de junio de 1602 | -0,498 | -0,236 | -0,064 |
11 de mayo de 1609 | 0,118 | 0,008 | 0,100 |
26 de mayo de 1620 | 0,074 | 0,226 | 0,148 |
7 de mayo de 1635 | -0,102 | -0,010 | 0,040 |
12 de mayo de 1635 | |||
6 de junio de 1737 | 0,157 | 0,317 | 0,261 |
16 de mayo de 1753 | -0,022 | -0,032 | -0,014 |
31 de mayo de 1753 | |||
21 de mayo de 1767 | 0,069 | 0,023 | -0,033 |
9 de julio de 1770 | -0,135 | -0,174 | -0,264 |
8 de junio de 1775 | -0,135 | -0,100 | -0,083 |
1 de junio de 1780 | 0,015 | 0,054 | 0,126 |
7 de junio de 1803 | -0,142 | -0,275 | -0,158 |
30 de junio de 1820 | 0,096 | -0,037 | 0,081 |
¿12? de junio de 1824 | 0,001 | -0,087 | 0,084 |
24 de abril de 1834 | -0,057 | 0,131 | 0,078 |
27 de junio de 1842 | 0,049 | -0,092 | -0,044 |
12 de junio de 1865 | 0,155 | -0,071 | -0,008 |
22 de abril de 1868 | 0,136 | 0,150 | 0,253 |
29 de mayo de 1870 | 0,253 | 0,001 | 0,049 |
13 de junio de 1870 | |||
28 de abril de 1896 | -0,018 | -0,054 | -0,057 |
12 de mayo de 1896 | |||
1 de junio de 1896 | |||
7 de junio de 1899 | -0,028 | 0,023 | -0,143 |
1 de julio de 1907 | 0,142 | 0,057 | -0,142 |
12 de junio de 1924 | 0,232 | -0,126 | -0,001 |
10 de junio de 1942 | -0,230 | -0,328 | -0,106 |
3 de mayo de 1945 | 0,163 | 0,219 | -0,058 |
15 de mayo de 1945 | |||
30 de mayo de 1964 | -0,397 | -0,045 | -0,197 |
6 de junio de 1982 | 0,154 | 0,139 | 0,182 |
9 de mayo de 1992 | -0,104 | 0,161 | 0,172 |
Máximo | 0,253 | 0,317 | 0,261 |
Mínimo | -0,498 | -0,328 | -0,264 |
Media | 0,004 | -0,004 | 0,003 |
Conteo ‘años secos’ | 12 | 14 | 16 |
Conteo ‘años húmedos’ | 16 | 14 | 12 |
Tampoco existe relación clara con los años precedentes a la rogativa en Caballar (12 secos y 16 húmedos), ni posteriores (16 secos y 12 húmedos). Si bien es cierto que sí que hay años con rogativa en los que las secuencias dendrocronológicas marcan sequías claras, con anchuras anuales relativas inferiores a -0,2 mm, como los años 1602, 1803 y 1942; o bien porque coinciden años de sequía en el trienio que tiene centrada la rogativa, como ocurre en los periodos trienales 1601-1603, 1752-1754, 1769-1771, 1774-1776, 1802-1804, 1895-1897, 1941-1943 y 1963-1965; e incluso una coincidencia entre ambos criterios de correlación entre años secos y la celebración de más de una rogativa en el mismo año, como ocurrió en 1753 y 1896. Y de hecho no se observa una tendencia temporal en los valores de anchura anual relativa a lo largo de los años con rogativa, cuya recta de ajuste permanece casi horizontal y con valores próximos a cero (año medio).
Entre los motivos de esta correlación solo parcial entre las secuencias dendrocronológicas en la sierra de Guadarrama y las rogativas en Caballar pueden estar: i) el diferente comportamiento climático en la sierra de Guadarrama respecto al piedemonte en Caballar, de forma que las sequías no se producirían simultáneamente y con la misma intensidad; ii) la diferencia entre los periodos comparados, que para el caso de las rogativas se basa en la observación subjetiva de los primeros meses del año (sobre todo marzo-mayo), mientras que el registro dendrocronológico abarca todo el año (sobre todo el periodo vegetativo, que puede ir de marzo a septiembre), de forma que un año puede comenzar seco (y por ello realizarse rogativa en Caballar), pero finalizar húmedo (y por ello tener un anillo de crecimiento normal o más ancho); iii) la existencia de otros parámetros ambientales condicionantes de la anchura de los anillos, de forma que años secos y cálidos pueden compensar ambas variables y no dar anillos tan estrechos como cabría esperar; iv) las series dendrocronológicas de la sierra de Guadarrama agrupan un promedio de individuos de pino silvestre muestreados en ambas vertientes (meridional y septentrional) y puede no haber correspondencia entre las afecciones a las sequías simultáneamente en ambas; v) y, por último, no descartable a falta de pruebas, la efectividad de las rogativas en producir lluvias a posteriori, que producirían una compensación de la sequía durante el verano y otoño.
La Dra. Mar Génova Fuster (UPM) ya trató de correlacionar las series dendrocronológicas de pino silvestre en Guadarrama (Génova, 2000) con los periodos de sequías de la bibliografía general para el conjunto de la península ibérica (Fontana Tarrats, 1971–1977; Font Tullot, 1988), encontrando una buena correlación entre los años estadísticamente más característicos dendrocronológicamente (Génova, 2012) y años de sequía en toda la península según la documentación histórica, como el bienios 1737-1738 y el año 1803, entre los años con rogativas en Caballar.
Para saber más….
Esta información es un extracto del capítulo 7.1 del libro «Los desastres naturales en la cultura tradicional segoviana» (Díez Herrero et al., 2022), en el que se puede encontrar abundante bibliografía adicional, como las referencias citadas en el texto.